Justo cuando estábamos entrevistando a Karla Losada, una empresaria exportadora de cacao, ella recibe en su celular la notificación de un tips informativo. Era una declaración del presidente Nicolás Maduro quien se encontraba en ese momento en Kazán, Rusia, asistiendo a la cumbre de los Brics, bloque de países con las economías emergentes.
‘’Hemos dado un primer paso para financiar proyectos económicos de un rubro histórico, el café”, era la declaración del jefe de Estado venezolano que le llegó al celular de Losada, quien de inmediato recordó que esas palabras del Presidente están inspiradas en el amor que sienten los rusos por el café venezolano. “Nosotros exportamos un cargamento a Rusia’’, refrescó la empresaria, quien además de café, trabaja el cacao en tierras guariqueñas donde tiene un sembradío.
La empresaria llanera se acercó a Últimas Noticias cuando el presidente Nicolás Maduro participó en el cierre de una megaexposición con productores de café que colocaron sus stands en el Parque Simón Bolívar, áreas de la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda, ubicada en La Carlota. En ese momento el reportero se acercó al puesto de Elizabeth Garden, la empresa que Karla Losada fundó para expandir fuera de las fronteras café y cacao cultivado en Venezuela.
‘’Me gustaría algún día explicar cómo a Venezuela pueden entrarle divisas libres de bloqueo aprovechando las potencialidades de estos dos cultivos’’, le dijo Losada al reportero tras observar el carnet que colgaba en su pecho y que lo identificaba como trabajador de Últimas Noticias, el periódico que siempre leyó su familia. “Se le llegó ese día”, le dijimos cuando la contactamos para entrevistarla sobre los granos primarios que históricamente se han producido en Venezuela.
Ese mismo día de julio pasado, pasaron por el stand, Alex Saab y Daniela Cabello. Por separado, ambos escucharon la explicación de la joven empresaria sobre el principal producto que estaban exponiendo en ese evento: el Farma Café, un proyecto que ella suscribió con la Corporación Venezolana de Café para apoyar a los cafetaleros criollos con un kit de medicamentos que incluye suero antiveneno. “Estos trabajadores sufren mucho con las mordeduras de culebras”, acotó Losada mostrando las fotografías con Daniela Cabello y Alex Saab, nuevo ministro para Industria y Producción Nacional.
—¿Cómo te metiste en este mundo del cultivo de granos ancestrales como café y cacao?
—Soy internacionalista graduada en la Universidad Central de Venezuela e inicialmente comencé a trabajar haciendo asesorías con análisis estratégicos para trasnacionales que querían hacer negocios en Venezuela. En una de esas me contrató una empresa española que me ofreció como parte de pago un contrato para exportar cacao.
—¿Y cómo hiciste?
—Yo en ese momento no sabía absolutamente nada de cacao. Yo pensaba en la presentación final, es decir, la barra de chocolate. Entonces viajé al estado Sucre y me enamoré del cacao. Entendí cómo funciona el mundo del cacao. Entendí que ese rubro debía tener el sabor del salitre de esas playas sucrenses, de las flores, de los cítricos.
—¿Y qué hiciste con ese primer acercamiento al mundo del cacao?
—A raíz de esa visita a Sucre, uno de los mayores productores de cacao, empecé a visitar a los productores del país.
—¿En todo el país se produce cacao?
—Según lo que yo considero se puede producir en todo el país. Pero, actualmente, se cultiva en Río Caribe (Sucre), Sur del Lago de Maracaibo (Zulia) y Miranda. Esas son las zonas tradicionales. Setenta por ciento del cacao venezolano se produce en el estado Sucre.
—Pensábamos que era en la región de Barlovento.
—No, es en Sucre. Es impresionante la cultura cacaotera de Sucre. La masa monetaria que mueve el cacao en ese estado es significativo.
—Pudiéramos decir que el cacao es el petróleo de Sucre.
—Exactamente. El cacao y el pescado son el petróleo de Sucre.
—¿Cómo es el ciclo del cacao? ¿Cómo se siembra?
—Es bien laborioso. Antes de sembrarlo tienes que hacer el estudio del suelo, del aire, de las corrientes del río, para ver cómo lo proteges. Lo primero que siembras, antes de las plantas de cacao, son musáceas, es decir, plátano o cambur.
—¿Y eso para qué?
—Porque el cacao en su primera etapa de vida necesita una sombra indirecta que es de la planta de plátano o cambur. Paralelamente vas sembrando las matas de cacao en un vivero hasta tres meses que lo puedes transplantar al lado de cada mata de plátano.
—¿Cuántas matas de cacao se pueden sembrar en una hectárea, es decir, en 10.000 metros cuadrados?
—Uno tiene que colocar mil plántulas de cacao por cada hectárea. Tienes que esperar de 3 a 5 años, dándole obviamente su proceso de poda, fertilizaciones orgánicas, colocándole su humus de lombriz, riego constante, para que te dé frutos. Para que la siembra sea más estable uno maneja no más de tres hectáreas. Uno trabaja con microfincas que están desde hace 500 años y que han ido pasando de generación en generación.
—¿Cuánto dura una mata de cacao?
—Supuestamente dura 50 años, pero nosotros hemos visto plantas de cacao cargadas, de 80 años.
—¿A qué edad empiezan a verse los frutos en las matas de cacao?
—De 3 a 5 años. No es la mayor producción pero sí se comienzan a ver.
—¿Y en qué momento se despega el fruto?, el tiempo de la cosecha.
—Eso es por zafra. El fruto empieza siendo una flor mínima parecida a la orquídea. Una mazorca de un centímetro. Cuando la mazorca tiene un tamaño de aproximadamente 30 centímetros es el momento de la cosecha. Usualmente el momento para cosechar es de 40 días después del inicio de la lluvia.
—¿Luego qué hago con esas mazorcas ya cosechadas?
—Partir la mazorca como si fuese un coco, sacar el lote completo, los granos. Puedes fermentarlo en barricas de madera durante unos tres días, donde adquiere una temperatura impresionante y allí el cacao va absorbiendo todos los sabores. Ese es un proceso.
—Pero a veces vemos que lo riegan en un patio y lo van moviendo.
—Ese es el otro proceso. El secado. Ese proceso dura cinco días aproximadamente. En Amazonas o Sur del Lago, que son climas muy húmedos, obligatoriamente necesitan una maquinaria de secado para que quede bien sequito.
—Después qué se hace con ese cacao seco o fermentado.
—Se selecciona. Antes la selección era manual. Apartas los granos morochos, los granos mohosos. Esas son las normas Covenin. De calidad. Tienes que seguir esas normas. Ese proceso como dije se hace manual o lo pasas por una máquina seleccionadora de donde sale ya ensacado directo a la exportación o la industria que los procesa.
—Esa es la producción. ¿Cómo está la fase del procesamiento de ese cacao aquí en Venezuela?
—En Venezuela el cacao estaba concentrado en cuatro industrias de 200 años de historia. La industria hace los semielaborados de cacao que son licor o pasta cacao, que es cien por ciento chocolate amargo o hacen manteca y polvo. Eso se vende. Un porcentaje muy pequeño va a la industria nacional para la producción de chocolate.
—¿Cómo está actualmente la industria nacional procesadora de cacao?
—Está un poco deprimida. Venezuela producía tradicionalmente unas 25.000 toneladas de cacao al año. Actualmente, Venezuela produce escasamente 11.000 toneladas al año.
—¿Venezuela puede volver a esas 25.000 toneladas al año?
—Hay una oportunidad en la actualidad de que Venezuela, mínimo, pueda volver a producir las 25.000 toneladas al año. Países como República Dominicana producen 60.000 toneladas de cacao al año. Entonces nuestras tierras tienen la posibilidad de producir muchísimo más de lo que están produciendo.
—¿Qué está frenando esa expansión de la producción?
—Lo que ocurre es que no es un grano como el maíz, que es de ciclos cortos. El cacao es un grano que tienes que darle su chance e invertir mucho. En otros países como Ecuador, Perú, tienen políticas estatales junto a transnacionales y empresas locales para incentivar la siembra. Sin el apoyo del Estado no se puede avanzar en esa siembra.
—¿Por qué?
—Porque un productor no tiene el músculo para aguantar cinco años que la plantación de sus frutos. Es muy rentable después que está lista la cosecha.
—¿Hay otras razones que contribuyen a la merma que usted describe en la producción de cacao?
—No se hizo el rejuvenecimiento de las plantaciones. Porque en la mentalidad del productor se piensa como una renta. Es decir, todos los años cosecho y vendo. No hubo inversión, no se pensó en rejuvenecer las plantas, no se pensó en el control de plagas, por ejemplo.
—Esa es la situación de la plantación. ¿Cuál es la situación de la industria cacaotera venezolana?
—Evidentemente que si hay menos producción del grano, que es donde yace todo, eso poco que se produce se lo van a disputar los exportadores de la semilla y la industria nacional. 11.000 toneladas al año es muy poco, no da abasto. Nada más nuestros clientes tienen solicitudes que van entre 3.000 a 5.000 toneladas de cacao al año.
—Entonces la industria en Venezuela procesa poco.
—Sí. Porque tienen para procesar seis veces la producción nacional. Es decir, la industria nacional no está ni al diez por ciento de su capacidad.
—Se van a enmohecer esas máquinas procesadoras del cacao.
—Hay unas maquinarias impresionantes en general. Conozco dos industrias en Venezuela espectaculares con clientes internacionales. Hay también un tema de liquidez por parte de la industria porque el cacao no es un producto económico.
—¿Cuál es el costo?
—Una gandola, que agarra 30.000 kilos de cacao, cuesta 200.000 dólares, aquí en Venezuela y en el mundo, porque son precios estandarizados. Hay que producir más cacao.
—¿Qué otra alternativa propone para reflotar la producción de cacao en Venezuela?
—Producir más aquí o permitir que la industria trabaje con cacao de otros países; porque lo que produce la industria no es para consumo nacional. Lo que se consume a nivel nacional en chocolate es muy poco.
—La industria nacional también exporta el producto ya elaborado.
—La industria nacional cacaotera también vive de exportar, porque el consumidor nacional jamás se va a consumir todo lo que produciría en un ochenta por ciento.
—Por lo que usted dice, Venezuela está distante en relación con la región latinoamericana. ¿Cuál es la responsabilidad de los productores en esa situación?
—Sí, estamos muy por debajo. Pero hay una oportunidad muy importante ahorita porque el cacao ha tenido muchas complicaciones en África, zona tradicionalmente cacaotera del mundo. Entonces todas estas empresas importantes han puesto sus ojos en Latinoamérica. Me refiero a las trasnacionales europeas, norteamericanas, asiáticas. Todos miran a nuestra región, a un punto que muchas de ellas tienen sus instalaciones en Ecuador, por ejemplo.
Ecuador exporta diariamente mínimo 150 contenedores de cacao.
—Venezuela puede alcanzar ese ritmo, porque según su análisis en todo el país se puede producir cacao.
—Sí, pero hace falta organización y unión. Necesitamos unirnos, el Estado y la empresa privada, para crear un plan donde podamos invertir en la producción nacional de cacao en las zonas no tradicionales.
—¿Cuáles serían esas zonas?
—Yo apuesto a Barinas, Portuguesa, Yaracuy, Trujillo. Porque las zonas tradicionales de cacao ya tienen enfermedades que están amenazando las plantaciones. Esas zonas tradicionales están muy lejos, a 11 horas del principal puerto que es Puerto Cabello. El plan incluiría a la empresa privada para que se encargue de incentivar la producción no solo con recursos del Estado.
—¿Financiamiento internacional?
—Una vez elaborado el plan, habría que solicitar a estas grandes transnacionales apoyo para la implementación de las políticas de aumento de producción. Incluso se puede tocar las puertas del Banco Interamericano de Desarrollo, Corporación Andina de Fomento.
—Pero Estados Unidos mantiene las medidas contra Venezuela.
—Hay un tema por la guerra económica que no podemos obviar y eso ha mercado la capacidad del Estado. También tenemos que los productores de cacao en Venezuela trabajan a lo sumo una o dos hectáreas. Para expandir la producción se deben utilizar tierras, que actualmente están bajo la administración del Estado, con miras a rejuvenecer las plantaciones que ya están caducas.
—Hablaste de unir a los productores. ¿Los productores de cacao están dispersos?
—Estamos dispersos. Es más, ahorita estamos pasando por una situación con los precios. En ese punto no hemos podido llegar a un acuerdo.
—El entonces presidente Hugo Chávez le dio impulso a la producción de cacao y eso aglutinó al sector.
—Sí. Se creó la Corporación Socialista de Cacao Venezolano que funciona muy bien. Particularmente nosotros nos hemos apoyado en esa institución y en el Ministerio de Agricultura, lo cual agradezco. Pero a nivel de industria privada no nos hemos organizado como un grupo sólido para establecer políticas positivas.
—¿Será que están pensando que el cacao no tiene futuro en Venezuela?
—Muchos empresarios del ramo han migrado. Se ha hecho difícil llegar a un consenso. Por eso digo que la industria por sí sola, sin el Estado, no tiene la capacidad de aumentar la producción de cacao. Del mismo modo que el Estado, sin el apoyo de la industria pudiese hacerlo.
—En resumen, el cacao puede darle un aire a la economía venezolana, de acuerdo a su análisis.
—Sí, porque es una entrada segura de dólares. Es, a mi modo de ver, la única forma de que Venezuela se oxigene, porque estás recibiendo dólares no provenientes del petróleo. Son dólares no sancionados.
Al detal
-”El cacao sube de precio porque ha mermado la producción en África. El cacao va a seguir siendo tan importante como el petróleo. Si Venezuela ve estos ingresos de dólares no petroleros, puede, repito, darle un aire a nuestra economía. Porque ya el cacao no es un tema político, es un tema de necesidad de empresas privadas que no les va a importar la tilde política del país”.
– “Antes decían que el chocolate suizo era hecho con cacao venezolano. Pero ahora ellos dicen que es hecho en Suiza y punto. Esos chocolates que producen en varias partes del mundo tienen cacao venezolano. Pero no te lo van a decir. El de Venezuela es el mejor cacao del mundo, es acriollado, es un cacao con unas particularidades’’.
– “A través de la Corporación Venezolana de Café incursionamos en ese rubro y pudimos acceder a créditos bancarios y así exportar a Rusia un café que fue directamente a sus estaciones de servicio, colocando en alto lo hecho en Venezuela. Me impactó ver edificios en Rusia con unas pantallas enormes de televisión donde sale el Salto Ángel y una taza de café con la palabra enorme ‘Venezuela’. Es la primera vez y lo hicimos desde Elizabet Garden en alianza con Rusia y Venezuela.
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