El panorama energético de América Latina y el Caribe está viviendo un momento estelar. Durante marzo de 2025, la región alcanzó un volumen de generación eléctrica sin precedentes, superando los 165 teravatios. Esta cifra no solo marca el pico más alto registrado en el último año, sino que también subraya una notable expansión: un incremento del 5% si lo comparamos con el mismo mes del año anterior (marzo de 2024), y un impresionante 8% más respecto a febrero de este mismo año. Así lo revela el reciente informe de la Organización Latinoamericana de Energía Olade destacando un robusto crecimiento en la producción energética regional.
Hidroeléctricas al frente y el auge solar
El éxito de la generación energética en marzo se sustenta en una diversidad de fuentes, con un claro liderazgo de las energías limpias. Las centrales hidroeléctricas fueron la columna vertebral del sistema, aportando un significativo 47,1% del total. Le siguió de cerca el gas natural, que contribuyó con un 27,4%. Pero la verdadera sorpresa del mes fue el espectacular despunte de la energía solar, que registró un crecimiento asombroso del 53% en comparación con el mes previo, confirmando su rol cada vez más protagónico.
Otras fuentes que sumaron a este mix energético fueron la eólica (6,4%), el petróleo y sus derivados (5,2%), el carbón mineral (2,7%), la energía nuclear (2,4%), la bioenergía (2%) y la geotermia (0,5%), consolidando un sistema energético diverso y en evolución.
Países líderes en renovabilidad
La región no solo celebra el aumento de la producción, sino también un firme compromiso con la sostenibilidad. Siete países miembros de la Olade ostentan tasas de renovabilidad que superan el 75%. Paraguay se erige como el campeón indiscutible, con una generación casi 100% renovable. Le siguen de cerca naciones como Costa Rica, Brasil, Uruguay, Venezuela, Colombia y Belice, demostrando el potencial y la voluntad de la región para avanzar hacia un futuro energético más verde. Este enfoque en las fuentes limpias posiciona a América Latina como un referente en la transición energética global.
El motor detrás de la integración energética regional
Detrás de estos logros se encuentra la incansable labor de la Organización Latinoamericana de Energía Olade con sede en Quito, este organismo intergubernamental, fundado en 1973, funciona como un pilar fundamental para la cooperación, coordinación y asesoramiento técnico en el sector. Su misión es clara: impulsar la integración, la conservación, el uso racional, la comercialización y la defensa de los vastos recursos energéticos que posee la región.
La Olade agrupa a un total de 23 países, incluyendo a Argentina, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Perú, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela, trabajando en conjunto para fortalecer la autonomía y sostenibilidad energética de América Latina y el Caribe.
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