Conseguir 21 ponches en un juego de nueve entradas puede considerarse como uno de los acontecimientos más notables en el beisbol venezolano.
En enero próximo la Liga Venezolana de Beisbol Profesional celebra ochenta años de su primer encuentro y entre otras hazañas curiosas que registra la larga historia del circuito, se cuentan diecisiete juegos sin hit ni carrera (12 de forma individual y cinco combinados), 21 partidos en los que veinte bateadores han logrado despachar tres cuadrangulares en un encuentro. Pero solamente se ha registrado un desafío en el que un lanzador ha logrado recetar 21 ponches en nueve capítulos.
Ocurrió hace exactamente hoy sesenta años, el miércoles 3 de noviembre de 1965, en un encuentro que jugaron en el Estadio Olímpico de la ciudad de Maracaibo los Cardenales de Lara, que se habían estrenado en el circuito el 15 de octubre, y los Leones del Caracas.
El zurdo Jim Morio, prospecto de los Rojos Cincinnati, de 24 años de edad, fue escogido por el estratega cubano Rodolfo Fernández para iniciar en la lomita por los pájaros rojos, en tanto que su compatriota, Regino Otero, dirigente melenudo, designó al derecho de 22 años, Lew Krausse, quien ya tenía oficio de 24 juegos en Grandes Ligas con los Atléticos de Kansas City, para abrir por el conjunto capitalino.
Mientras Morio se fue a las duchas temprano, con siete hits permitidos y cuatro carreras en su cuenta en breve labor de 1.2 entradas, Krausse dio soberbia exhibición monticular, con sobresaliente desempeño en el que destacó el control de su repertorio de envíos. Retiró por la ruta de los tres strikes a 21 de los 27 enemigos que enfrentó, incluidos diez de manera consecutiva entre el segundo y el quinto episodios.
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Registros vigentes
Tal performance le llevó a imponer dos marcas que mantienen vivas en pelota profesional local, durante el encuentro que finalizó con pizarra de 7-0 a favor de los Leones.
Antes de esa faena de 21 ponches bordada por Kraussse, el récord de mayor cantidad de rivales abanicados en un partido de la LVBP estaba en poder de Bob Gibson, quien el 31 de enero de 1961, con Oriente, en juego de playoff contra de Valencia, ponchó a 19 rivales en 13 entradas del encuentro que terminó 3-2 a favor de los Indios en 16 actos.
Y la marca anterior de ponches de manera consecutiva era de media docena y estaba en poder de Bob Belinsky (Licoreros del Pampero/1961-62) y Jim Owens (Indios de Oriente/1958-59).
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