Mañana se celebra el Día de las Madres, que a mi parecer es un invento más del capitalismo y de los comerciantes para aumentar sus ventas, por lo que se ha convertido en uno de los días más comerciales del año, cuando la realidad es que a las madres hay que honrarlas, cuidarlas, respetarlas y amarlas todos los días.
Especial mención para las madres venezolanas, guerreras de nacimiento, pilares fundamentales de la sociedad y de la consolidación de este proceso revolucionario, iniciado por el Comandante Hugo Chávez y ahora dirigido por nuestro presidente Nicolás Maduro.
“La palabra madre resuena en todo lo que nace, en todo lo que se lanza a la vida para librar la batalla cotidiana por la felicidad colectiva”, escribió Chávez, a fin de exaltar la labor de las madres, para quienes creó programas sociales, entre ellos Hijos de Venezuela y Madres del Barrio, políticas que han sido reforzadas y ampliadas por Maduro, entre ellas el Plan de Parto Humanizado y Lactancia Materna, así como la Gran Misión Venezuela Mujer.
Debemos reconocer y agradecer el papel fundamental de las madres en la conformación y conducción de las organizaciones creadas a través del poder popular, ya que lideran las comunas, consejos comunales y los movimientos sociales.
Es necesario recordar que son las madres las más afectadas por las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela, pues afectan el bienestar de su familia; sin embargo, no han desmayado en su lucha, sino que, por el contrario, han sabido enfrentar los problemas y vencer.
¡Dios bendiga a las madres venezolanas!
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