El número de víctimas mortales a consecuencia de los atentados terroristas perpetrados el domingo en la república rusa de Daguestán se elevó a 20 y el de heridos a 46, según informó el Ministerio de Salud local.
Los hechos ocurrieron en las ciudades de Majachkalá y Derbent y en la localidad de Sergokala, cuando hombres armados ejecutaron de manera simultánea ataques contra una iglesia ortodoxa, dos sinagogas y un puesto de control de la Policía de tráfico.
En estos sucesos fueron asesinados un sacerdote, el guardia de seguridad de una iglesia y al menos quince funcionarios policiales que intentaban apresar a los atacantes, cinco de los
cuales resultaron abatidos.
En primer lugar, el blanco de los atentados, que ocurrieron poco después de las seis de la tarde –hora local–, fue la Iglesia de la Intercesión, en la histórica Derbent, considerada la ciudad más antigua de Rusia, donde murió el religioso, luego la sinagoga de Kele-Numaz, devorada por el fuego y tras lo cual se desató un intenso tiroteo. Al mismo tiempo los terroristas dispararon contra la catedral de la Ascensión en Majachkalá, capital de Daguestán, una república rusa, ubicada en el Cáucaso norte.
El Kremlin, en un comunicado, descartó una reedición de la oleada terrorista que en su momento se desató en esa región, asegurando que “Rusia es ahora diferente, la sociedad está consolidada”.
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