De las cuerdas de un cuatro nacen melodías que acompañan la narración de un hombre con sombrero azul. Denuncia a la supremacía que lucha por el dominio y el poder de las naciones, que somete a los pueblos libres para convertirlos en esclavos.
En las tablas vemos a los perjudicados por el opresivo imperio, hombres y mujeres migrantes con maletas pesadas llenas de sueños, que caen en la trampa del llamado “país de las oportunidades”.
Esta pequeña descripción corresponde al inicio de la obra Ni enemigos ni extranjeros, dirigida por Jericó Montilla, actriz, directora de teatro y circo. La inauguración de la misma ocurrió el pasado 27 de junio, prolongándose el 28 y 29 en el Teatro Nacional, y continuando en el Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe Rómulo Gallegos (Celarg), los días 3 y 4 de julio, hasta su última función de mañana domingo 6, a las 4 de la tarde.
Esta pieza que une el circo, el teatro, la danza, y la música, denuncia, desde el arte, la persecución y el secuestro de migrantes venezolanos en prisiones de El Salvador y Guantánamo, acción dirigida por Estados Unidos.
La idea surge del ministro de Cultura Ernesto Villegas y es una producción de la Gran Misión Viva Venezuela.
Montilla detalló que la obra fue construida gracias a un proceso de investigación, que reunió a distintos expertos en el área de la cultura y las artes.
“Siempre se tuvo la idea de juntar estas disciplinas artísticas para abordar temas políticos, étnicos, y antropológicos, cónsonos con la realidad social global. Es el trabajo que vengo generando, con el Circo Nacional de Venezuela, desde el 2009”, dijo.
Montilla y Somar Toro recopilaron y adaptaron textos de Eduardo Galeano, Mario Benedetti, Vicente Gerbasi y referencias de Cruz Noguera.
“Junto a Toro, que también escribió algunos textos, se hizo una versión para adaptarlos a la teatralidad y a la estructura dramática de la obra. Mi manera de trabajar siempre ha sido desde la acción física, para que luego entre la palabra”, agregó.
Expresó que en la obra se denuncia la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que ahora usa el presidente estadounidense Donald Trump para su política migratoria.
En las tablas aparece una parodia de Trump, que representa lo que realmente es en su ausencia de sensibilidad. La pieza es conducida por la narración y la música de dos hombres con sombrero azul. Se trata de un homenaje al cantor Alí Primera.
“Está inspirado por la canción Sombrero azul, que justamente se lo dedica al pueblo salvadoreño. La idea la propuso Alí Alejandro Primera”, reveló.
Al final de la obra acontece el reencuentro, es la actuación de un sentimiento real. El espectador llora, pero con la esperanza de volver a reunirse en familia. “Todos estamos bajo el mismo cielo, y tenemos el mismo deseo de libertad”, manifestó.


Elenco
La obra surge del hermanamiento de la Compañía Nacional de Teatro de Venezuela, Teatro Ceres y Circo Nacional de Venezuela.
Y el elenco está integrado por Juvel Vielma, Miguel Treccia, Rafael Gil, Gerardo Luongo, Arnaldo Mendoza, Yendy Vega, Kleiber Rodríguez, Marcela Lunar, Irmary Mota, Eduvina Soto, Yhannelys Medina, Eliné Figueroa, Alemi Díaz, Yohel Ramírez y Gregori Escalona, Martín Patric.
También, por Aarón Montilla, Carlos Gabriel Arroyo, Eukary Bolaños, Melina Di Giorgio, Carlos Ramírez, Darwin Montilla, Owen Morales, Gemma Castro, Leonardo Ayala, Lenin Antequera, Margaret Sosa, Merlyn Pirela, Caribay Celis, Luis Morales, Victoria Durán, Argenis Barrera, Luis Ledrick y Zeus Andrade.
En la obra se encuentra el canto popular de Francisco Pacheco y la poderosa coreografía de Heysell Leal están presentes.
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