Donald Trump en una declaración de momento angustiado, dijo que quiso robarse el petróleo venezolano —ganando seguramente popularidad con ello— y añadió que por culpa del débil Biden se hacía rico a un dictador. Biden también llama dictador a Maduro y por supuesto así le dicen María Corina Machado y lo dirá su muchacho de mandados que adversa a las mujeres, los bujarrones, los afrodescendientes y los indios.
Usan la palabra dictadura con la significación que tenía en el imperio romano donde, cuando la Patria estaba en peligro se conferían a un romano poderes omnímodos por un período determinado para salvarla.
Y por supuesto adoban esta lectura legalista de la palabra dictador con el sentido tiránico que para nada tienen los gobiernos de Maduro, usando el cuento de los derechos humanos.
Los mariacorineros dicen que son la mayoría, pero a la vez tiran atentados, lo que suena loco porque el que va a ganar no necesita matar, pero tienen razón en la ley norteamericana por los actos donde Nicolás se pone a nivel de Bolívar. ¿Cómo así?
En 1828 el Libertador se declaró dictador. ¿Ordenaba torturas? No. La patria colombiana estaba en peligro, electoralmente los liberales de Francisco de Paula Santander tenían derecho a gobernar de acuerdo a una convención e iban a entregar Colombia a los Estados unidos, empezando por Panamá, que en 1903 terminaron robándose. La asunción de la dictadura por Bolívar generó el atentado de septiembre. Por supuesto que si Bolívar hubiera sido de ellos no habrían atentado, si se hubiera hecho el ciego ante la trácala Goldmith tampoco. Cuando fueron a plantearle a Santander el asesinato se negó, exigió que se le capturara y juzgara por la dictadura.
El que va a ganar elecciones no necesita matar al rival. Y los malos lo han intentado siete veces en los últimos doce meses por algo muy sencillo, saben que van a perder, que vienen seis años de Maduro. Pero, además, y aquí viene lo fuerte, tienen razón de acuerdo a la legislación del policía del mundo, que es la que obedecen. ¿Porqué? Porque nuestro presidente sería un dictador al no entregarle el poder a Guaidó.
De acuerdo a la legislación nuestra no, ahí está la decisión de nuestro Tribunal pero así como los yorkinos ordenaron asesinar a Bolívar Trump y Biden han ordenado asesinar a Maduro.
Y, señores lectores, nuestro Presidente, sabía que con su conducta ante Guidó autorizaba su asesinato por los nuevos yorkinos, que por cierto, en lo relativo a Trump lo son genealógicamente.
La idea norteamericana es que Maduro puede no respetar los resultados electorales, como no los respetó Bolívar cuando se proclamó dictador.
No es el caso de Maduro, va a avasallar en las elecciones, pero es el pretexto creado por los hechos.
Argentina, por ejemplo, le entregó el poder a Macri, ganador de unas elecciones, y el tipo le metió una deuda de 45.000 millones de dólares, y se lo entregó a Miley, que lanza a millones de argentinos a la miseria. Venezuela posee la Faja petrolífera, el Arco minero, PDVESA, etc. porque no hizo lo mismo.
Ese jovial Nicolás Maduro, sin poses de héroe, colocó nueve atentados en su vida.
He escrito una obra de teatro con este argumento. Se llama El affaire Goldsmith, está a la orden.
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