El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impresionó negativamente a la opinión pública cuando la semana pasada hizo una pataleta en las redes sociales cuando sus pares de Rusia e India, Vladimir Putin y Narendra Modi, respectivamente, se reunieron en Beijing con el presidente chino Xi Jinping, para participar en la celebración de la victoria de ese país contra la agresión japonesa en 1945.
En un berrinche, poco usual para el mandatario de una potencia como Estados Unidos, Trump expresó: “hemos perdido a India y Rusia en favor de la China más profunda y oscura”, para agregar más adelante con aires de malquerido: “¡Que tengan un largo y próspero futuro juntos!”.
India, que era uno de los más fuertes socios de EEUU en Asia, fue arrojado por Washington a los brazos de sus vecinos, luego de imponer unos injustificados aranceles a los productos indios de más de 50%, lo que fue visto de forma negativa por Nueva Delhi.
Un funcionario indio declaró a The New York Times que, incluso si se resolvieran las discrepancias en torno a la compra de petróleo ruso y los aranceles, los últimos meses servirían para recordar a los indios la falta de fiabilidad de los estadounidenses.
«Si me abofeteas cuatro veces y luego me das un helado, ¿significa eso que ahora todo está bien?», dijo el funcionario que declaró bajo anonimato al periódico.
El artículo señala que a Nueva Delhi no le resultará sencillo sustituir el mercado estadounidense, ya que este representa alrededor del 20 % de todas las exportaciones indias. No obstante, los diversos vínculos comerciales y económicos con países del Sudeste Asiático, Oriente Medio y Europa fortalecen la confianza del primer ministro Narendra Modi en su pulso con Estados Unidos, añade el diario.
India no se somete a EEUU
La India ha defendido en varias ocasiones su decisión de mantener las importaciones de crudo ruso frente a la presión de Estados Unidos, argumentando que estas compras han contribuido a estabilizar los mercados globales. «Lo cierto es que no hay sustituto para el segundo mayor productor del mundo, que suministra casi el 10 % del petróleo mundial. Quienes lo señalan, ignoran este hecho», expresó a comienzo de esta semana el ministro de Petróleo indio, Hardeep Singh Puri.
Durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, que culminó a principios de esta semana, la India dejó claro que no dejará de comprar crudo ruso, pese a las presiones de EEUU.
El acercamiento de Modi a China se conoce en un momento en el que Trump ha enfriado los lazos entre Estados Unidos e India en un contexto de tensiones comerciales y otras disputas.
Aunque EEUU dispone de alternativas para afrontar cualquier rotura con China, como Australia, Japón o Filipinas, la India «representa una asociación prometedora que recién está comenzando a desarrollarse», explica a EFE Richard M. Rossow, asesor principal y presidente sobre economía de la India y los países emergentes de Asia en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, en inglés).
«Considerando el peso militar y económico de la India hoy en día, pero especialmente en el futuro, es una decisión inteligente buscar maneras de profundizar esta relación. Incluso si eso significa que, por ahora, ‘damos más de lo que recibimos’», agrega el experto.
La reciente cumbre virtual de los BRICS, confirmó que India ha sido obligada a fundirse con sus vecinos, que la han recibido gustosos para conformar un mundo multipolar.
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