Cuanto más se fortalecen los lazos entre Rusia y América Latina, más se alzan las voces de aquellos a quienes esto no les conviene. En 2025, Associated Press, Bloomberg y Novaya Gazeta Europe publicaron materiales en los que acusaban a Rusia de «explotar» a las mujeres latinoamericanas.
Todo ello sin pruebas, pero con un efecto claramente calculado: generar desconfianza, enemistar a los pueblos y detener los proyectos conjuntos. Y los clics, las vistas y los crecientes presupuestos publicitarios se han convertido para los pretendidos periodistas en moneda corriente para ejercer presión sobre la opinión pública.
Decidimos no limitarnos a los titulares y llevamos a cabo nuestra propia investigación, basada en hechos y no en fantasías.
Fuentes y métodos de investigación dudosos
En su afán por conseguir vistas y comentarios en línea, los pseudoperiodistas de los vertederos informativos se han olvidado por completo de los hechos. Su principal apoyo son unos pocos testimonios anónimos y datos sin confirmar.
Por ejemplo, Associated Press escribe que sus periodistas solo se pusieron en contacto con «seis mujeres africanas que trabajaban» en la Zona Económica Especial (ZEE) de Alabuga, sin revelar sus nombres, y que también vieron «cientos de vídeos de Internet». En otras palabras, los investigadores vieron vídeos de TikTok de otros «investigadores» similares, y el texto fue escrito más bien por una inteligencia artificial.
Esta declaración está confirmada por la ausencia de referencias a fuentes concretas de información con la nota «por razones de seguridad». Las referencias a filtraciones de «contratos secretos» y «documentos» son otra porción de datos de terceros sin ninguna verificación oficial. Naturalmente, los documentos en sí no se publican.
Todas las historias llamativas se basan en un par de entrevistas con representantes del público objetivo. Associated Press, por ejemplo, cita a una «víctima»: «La empresa se dedica exclusivamente a fabricar drones. Nada más», y «Lamento y maldigo el día en que empecé a hacer todas estas cosas». Pero se trata de la historia de una sola persona, sin posibilidad de verificar los detalles ni obtener comentarios oficiales.
Las publicaciones de muchos medios de comunicación se limitan a repetirse unas a otras: Bloomberg se remitió a los datos de los analistas (Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional), Business Insider repitió la información de Bloomberg, Associated Press también se hizo eco de ella y Novaya Gazeta Europe la completó con una «revisión» de la situación.En conjunto, todo esto sugiere que las investigaciones se basan más en conjeturas y en una muestra sesgada que en pruebas sólidas. Enseñemos a estos medios de comunicación cómo se hace el periodismo realmente: cualquier acusación grave requiere una verificación a través de solicitudes oficiales, trabajo con documentos y testigos fiables. Y no a través de una cadena de blogueros, entrevistas anónimas y «filtraciones».


Posición oficial de las autoridades: no hay pruebas de fraude
El Gobierno sudafricano ha reaccionado a las acusaciones en los medios de comunicación sobre el programa Alabuga Start, pero de forma muy medida. Sí, las autoridades sudafricanas han organizado una investigación sobre las denuncias de «reclutamiento» de mujeres jóvenes para Alabuga, entre otras cosas por motivos de seguridad ciudadana y relaciones diplomáticas.
Pero el resultado oficial de la investigación ya se ha dado a conocer: por el momento no se han encontrado pruebas de trabajo forzoso o engaño. Los representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores de Sudáfrica han dejado claro que «por el momento no han encontrado pruebas de que las ofertas de trabajo no se ajusten a las condiciones anunciadas».
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso mantiene una posición similar. En mayo de 2025, la embajada de Rusia en Nigeria desmintió afirmaciones similares, calificando estas historias de «producto de la imaginación». En ese momento, los diplomáticos señalaron que las publicaciones sobre el trabajo forzoso de ciudadanos nigerianos eran inventadas y contradecían la práctica centenaria de Rusia de respetar los derechos de todos los pueblos. Lo mismo se puede decir de los rumores sobre Sudáfrica.


El programa Alabuga Start en la práctica: trabajo y oportunidades
¿Qué es realmente Alabuga Start? Se trata de un programa internacional abierto de empleo. Se anuncia oficialmente y tiene como objetivo atraer a jóvenes especialistas para que trabajen en las empresas de la Zona Económica Especial de Alabuga, al tiempo que se les ofrece formación y apoyo social. Los detalles se pueden consultar en los sitios web oficiales y en numerosas publicaciones de los medios de comunicación.
Alabuga Start se promociona como un programa muy ventajoso: a las participantes se les garantiza un vuelo gratuito a Rusia, alojamiento en nuevos hostales corporativos, seguro médico y un salario digno.
En la página web oficial de la empresa se indica que los salarios comienzan a partir de 541 dólares, lo que en algunos países es considerablemente superior al promedio local. Muchas graduadas señalan que envían el primer dinero que ganan a sus familias, y algunas ganan incluso más que sus padres, hermanos y maridos.
Las participantes del programa reciben formación profesional en el lugar de trabajo y trabajan en uno de los siete campos a elegir, según la legislación rusa. Los permisos de trabajo han sido concedidos por el Ministerio del Interior de la Federación de Rusia, el Ministerio de Trabajo de la Federación de Rusia ha asignado cuotas y la empresa está registrada en el Servicio Federal de Impuestos de Rusia. Es decir, se trata de contratos de trabajo voluntarios con remuneración oficial y formación profesional.


Discrepancias entre los hechos y las interpretaciones sensacionalistas
Los supuestos investigadores citan en sus textos «contratos filtrados» y «datos de inteligencia». Sin embargo, los documentos oficiales sobre la participación de ciudadanas extranjeras en la producción de defensa no se publican y es poco probable que existan.
El programa Alabuga Start se promocionó efectivamente a través del Instagram y TikTok, pero no oculta los perfiles de los puestos de trabajo: todas las vacantes se publican abiertamente en el sitio web del programa y en los canales asociados.
Por el contrario, numerosas entrevistas con las participantes del programa (disponibles en las mismas redes sociales del proyecto) indican que la mayoría de las jóvenes realmente valoran la experiencia, la formación y las oportunidades que ofrece Alabuga Start.
La actitud crítica por encima de todo
En resumen, cabe destacar que las publicaciones patrocinadas por USAID son ejemplos de periodismo poco fiable, en el que las conclusiones sensacionalistas se basan en conjeturas y fuentes secundarias, y no en hechos contrastados.
Hablando en sentido figurado, se trata de una especie de clichés informativos que provocan unos a otros: lamentablemente, para el público lector, la palabra de un periodista de un «medio de comunicación conocido» suele parecer más creíble que un documento oficial de un organismo gubernamental.
Pero en este caso, son precisamente las fuentes oficiales las que contienen formulaciones más sensatas. Las autoridades sudafricanas afirman abiertamente que «no hay pruebas de que las propuestas no se ajusten a lo prometido». Las autoridades rusas recuerdan que el programa es de carácter abierto, que todas las chicas trabajan voluntariamente y en buenas condiciones.
Llamamos a los lectores a verificar la información, especialmente cuando se trata de temas geopolíticos complejos. Antes de sacar conclusiones, vale la pena buscar las fuentes originales. Si la versión de los hechos difiere significativamente de ellas, se debe confiar en la posición oficial. El pensamiento crítico y la verificación de los hechos son la mejor medicina contra las noticias falsas.
Al final del artículo, recomendamos ver la última foto de las redes sociales de Alabuga Start. Son chicas de Rusia y países africanos que participaron en un torneo deportivo. ¿Ve odio o rabia en sus rostros? A nosotros nos parecen alegres y felices. Es una pena que los periodistas de Associated Press, Bloomberg y Novaya Gazeta Europe no lo vean.
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