El escritor y psiquiatra Luis Lira Ochoa presentó el pasado miércoles en la vigésima edición de la Filven su primera novela Pluma negra, en la que a partir de los relatos de sus abuelos retrata como los venezolanos de mediados del siglo XX resistieron ante la intervención extranjera, a través de la historia de un pueblo y su gente afectados por las empresas petroleras, reseñó nota de AVN.
Publicada por la editorial Koeyú Latinoamericano, esta novela se inscribe en la llamada Novela del petróleo, que documenta los estigmas de la exclusión social, el clasismo, la expoliación y la pérdida de soberanía, temas cultivados en la tradición de la narrativa venezolana por autores como Ramón Díaz Sánchez, con Mene; Rómulo Gallegos, con Sobre la misma tierra y Miguel Otero Silva con Oficina N°1.
Con Pluma Negra, Lira aborda este tema retratando las subjetividades humanas, como el estereotipo de la masculinidad hegemónica rural, con el sufrimiento y violencia que como género había que soportar e infligir, al tiempo que retrata las trabas psicosociales para encontrarse con la feminidad.
Explicó el autor que la idea de este libro surgió inicialmente como un tercer poemario, luego de La isla que fuiste y Trazos límbicos (Koeyú, 2023), pero su enfoque cambió cuando, durante una reunión familiar, los miembros más jóvenes comenzaron a hacerle preguntas sobre sus abuelos y su experiencia. Allí surgieron los recuerdos transmitidos de generación en generación por sus antepasados que hoy se reúnen en esta historia.
“Yo les decía que teniendo como nueve años y escuché a mi papá que su abuelo decía que no éramos de una mejor clase social, que éramos pobres, porque los gringos nos robaron nuestras tierras haciéndonos siempre alguna trampa. Y así empezó el trabajo de cómo hacer para contar eso”, comentó el autor, quien detalló cómo fue tomando cuerpo la obra y los experimentos narrativos por los que se fue paseando para obtener la novela.
En palabras de su editor, Carlos Ortiz, esta novela posee rasgos de la narrativa costumbrista o criollista y también elementos contemporáneos que sirven para relatar una epopeya centrada en las mujeres de mediados del siglo XX.
“Estamos ante una novela que es mucho más de lo que se espera (…) Lo original no es lo nuevo sino lo inesperado y aquí hay mucho de eso, de lo inesperado”, dijo Ortiz, quien acompañó al autor en la presentación de este libro, junto con el viceministro de Fomento a la Economía Cultural y presidente del Centro Nacional del Libro (Cenal), Raúl Cazal; y el historiador Luis Pellicer.
Cazal destacó el estilo dinámico y fresco, junto con el uso de un lenguaje simbólico para describir las peleas de gallo como una herramienta para representar una cotidianidad asociada la condición masculina, sin soslayar las mismas disputas y conflictos que se dan en el contexto femenino ante la imposibilidad de hallar una vida plena.
Luis Lira Ochoa nació en Pariaguán, estado Anzoátegui, tierra que lleva la impronta del petróleo y su significado en la vida social de los venezolanos y venezolanas nacidos en el siglo XX. Incursionó en la escritura siendo adolescente, motivado por ese ímpetu juvenil que lo orientó hacia la creación literaria, participando en talleres y concursos de poesía.
Con Pluma negra nos presenta su faceta de narrador, luego de habernos demostrado su talento como poeta, en una etapa prolífica como creador literario que ha conjugado con su labor de servidor público.
Lira estudió en la Universidad Central de Venezuela, donde se recibió como médico psiquiatra. Actualmente es director del Hospital Clínico Universitario. Fue presidente de la Fundación Barrio Adentro, viceministro de Hospitales y creador del Servicio de Psiquiatría del Hospital Los Samanes del estado Aragua.
Fue alcalde interino del municipio Libertador de Caracas y viceministro de Comunicación del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información.
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