Relatora de la ONU: el genocidio que comete Israel se ha convertido en un negocio lucrativo


Israel ha convertido sus políticas de ocupación en Palestina en una economía basada en el genocidio, así lo ha denunciado la relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas para los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, quien sostuvo que esto ha sido posible por la colaboración de grandes corporaciones multinacionales, en particular del sector tecnológico y financiero.

En un informe presentado esta semana, Albanese refiere que el genocidio perpetrado por Israel en Palestina no cesa “porque es lucrativo para muchos”, ya que “se ha convertido en el campo de pruebas ideal para los fabricantes de armas y las grandes tecnológicas, con una oferta y una demanda ilimitadas, poca supervisión y ninguna rendición de cuentas”.

A su vez, una red internacional de corporaciones ha apuntalado la economía israelí, entre ellas Blackrock y Vanguard, dos de los mayores gestores de activos a nivel mundial.

El informe identifica ocho sectores clave, ellos son:

Sector militar: el negocio de la eliminación

La relatora especial de la ONU sostiene en su informe que, la violencia militarizada creó el Estado de Israel y es parte del motor de su proyecto colonial, al desarrollar y suministrar tecnologías que permiten a Israel intensificar la opresión, la represión y la destrucción.

Entre 2020 y 2024, Israel fue el octavo mayor exportador de armas del mundo.  Las dos empresas de armas israelíes más importantes:  Elbit Systems e Israel Aerospace Industries proporcionan un suministro nacional crucial de armamento, y refuerzan sus alianzas internacionales mediante la exportación de armas y el desarrollo conjunto de tecnología militar para perpetuar el apartheid.

Como parte de estas alianzas, Israel se beneficia del mayor programa de adquisiciones de defensa de la historia: el del avión de combate F-35, liderado por Lockheed Martin, con sede en Estados Unidos, junto con al menos otras 1650 empresas.

Sector tecnológico

En el informe se indica que la represión de los palestinos se ha automatizado progresivamente, y las empresas tecnológicas proporcionan infraestructura de doble uso para integrar la recopilación masiva de datos y la vigilancia, a la vez que se benefician del singular campo de pruebas de tecnología militar que ofrece el territorio palestino ocupado.

De esta manera, Israel es dotada con redes de circuito cerrado de televisión (CCTV), vigilancia biométrica, redes de puestos de control de tecnología avanzada, vigilancia con drones, inteligencia artificial y análisis de datos para apoyar al personal militar sobre el terreno.

El software espía Pegasus, diseñado para operaciones encubiertas, así como la vigilancia mediante teléfonos inteligentes se ha utilizado contra activistas palestinos, líderes, periodistas y defensores de los derechos humanos, reforzando la impunidad del régimen israelí.

Asimismo, en el informe presentado por Albanese se precisa que IBM opera en Israel desde 1972, capacitando a personal militar y de inteligencia, y desde 2019 actualiza la base de datos central de la Autoridad de Población e Inmigración, lo que permite la recopilación, el almacenamiento y el uso gubernamental de datos biométricos sobre palestinos, y apoya el régimen discriminatorio de permisos de Israel.

Sector civil: maquinaria pesada al servicio de la destrucción colonial

En su escrito de más de 30 páginas, la relatora especial de la ONU, Francesca Albanese sostiene que las tecnologías civiles han servido durante mucho tiempo como herramientas de doble uso para la ocupación colonial, ya que las operaciones que ejecutan las fuerzas israelíes para demoler las infraestructuras dependen de los equipos proporcionados por los principales fabricantes mundiales.

“Durante décadas, Caterpillar Inc. ha proporcionado a Israel equipos utilizados para demoler viviendas e infraestructura palestinas, a través del programa de Financiamiento Militar Extranjero de los Estados Unidos y de un licenciatario exclusivo requisado por la ley israelí al ejército.  En asociación con empresas como Israel Aerospace Industries,  Elbit Systems120 y RADA Electronic Industries, propiedad de Leonardo DRS, Inc.,  Israel ha convertido la excavadora D9 de Caterpillar en armamento central automatizado y de control remoto del ejército”.

Además, refiere que la empresa coreana HD Hyundai y su filial de propiedad parcial, Doosan, junto con el grupo sueco Volvo y otros importantes fabricantes de maquinaria pesada, han estado vinculados desde hace tiempo con la destrucción de propiedades palestinas, cada uno suministrando equipos a través de distribuidores israelíes con licencia exclusiva.

Sector construcción

Paradójicamente, las mismas empresas que suministran equipos para la destrucción de los territorios palestinos también suministran a Israel los insumos para la construcción de sus nuevos asentamientos.

“Excavadoras y equipo pesado Caterpillar, HD Hyundai y Volvo se han utilizado en la construcción de colonias ilegales durante al menos 10 años”, refiere el informe.

El control sobre los recursos naturales

Desde 1967, Israel ha ejercido un control sistemático sobre los recursos naturales palestinos. Obliga a los palestinos a comprar agua procedente de dos importantes acuíferos de su propio territorio, a precios inflados y con suministro intermitente.

De hecho, en el informe se especifica que la compañía nacional israelí de agua, Mekorot, tiene el monopolio del agua en el territorio palestino ocupado y cuando lo decide deja sin abastecimiento a las poblaciones de Gaza “contribuyendo activamente a la transformación del agua en una herramienta de genocidio”.

Situación similar pasa con el servicio de electricidad y suministros de gas y combustible.

Se añade además que la corporación estadounidense Chevron se beneficia de su copropiedad del gasoducto del Mediterráneo Oriental, que atraviesa territorio marítimo palestino, y de las exportaciones de gas a Egipto y Jordania, por lo que el bloqueo naval de Gaza está relacionado con la seguridad del gasoducto Tamar por parte de Israel.

Agroindustria

Otro de los favorecidos por la ofensiva de Israel contra el territorio palestino ha sido las empresas vinculadas al sector agroindustria.

“Tnuva, el mayor conglomerado alimentario de Israel, ahora propiedad mayoritaria de la empresa china Bright Food (Group) Co., Ltd., ha impulsado y se ha beneficiado de la desposesión de tierras”, aprovechándose de la situación para su beneficio propio, y “explotan el mercado palestino cautivo para resultante para consolidar su dominio”.

Añade que, Netafim, líder mundial en tecnología de riego por goteo, propiedad en un 80% de la empresa mexicana Orbia Advance Corporation, ha diseñado su tecnología agrícola en sintonía con los imperativos de expansión de Israel.

“La tecnología de Netafim ha permitido la explotación intensiva del agua y la tierra en Cisjordania, lo que ha agotado aún más los recursos naturales palestinos, a la vez que se ha perfeccionado mediante la colaboración con empresas israelíes de tecnología militar. En el valle del Jordán, los sistemas de riego asistidos por Netafim han facilitado la expansión de los cultivos israelíes, mientras que los agricultores palestinos, privados de agua y con un 93% de tierras de secano, se ven desplazados, incapaces de competir con la producción israelí”.

Comercio minorista, turismo y logística

Otro de los motivos expuestos para no detener a Israel en su genocidio, es que resulta provechoso la apropiación que realiza de los territorios palestinos.

Por ejemplo, -refiere-, los productos israelíes incluidos los de las colonias, inundan los mercados globales a través de importantes minoristas y para evitar reacciones negativas “ocultan su origen mediante etiquetas engañosas”.

A.P. Moller – Maersk A/S son parte integral de este ecosistema al contribuir con la logística; ya que durante mucho tiempo se han encargado de realizar los envíos de las mercancías hacia distintos mercados, principalmente el estadounidense.

En lo que se corresponde al negocio del turismo, se indica que Airbnb y Booking incluyen entre su oferta de alojamientos los de las colonias, la primera permite que los colonos promuevan una «comunidad cálida y amorosa», en franco encubrimiento de la violencia que protagonizan colonos contra aldeas palestinas.

Banca y fondos soberanos

El informe sostiene que el sector financiero canaliza fondos cruciales tanto a los actores estatales como corporativos que están detrás de la ocupación israelí y el apartheid.

Precisa como principal fuente de financiación del presupuesto estatal israelí, los bonos del tesoro que han desempeñado un papel crucial en la financiación del continuo ataque contra Gaza.

Además, indica que BNP, uno de los bancos más grandes del mundo, y la aseguradora AXA, invierten millones de dólares en empresas mencionadas en el informe, que contribuyen con la ocupación israelí.

Hace mención al papel que juegan los fondos soberanos de inversión y de pensiones, al incrementar su participación en empresas israelíes, como negocio donde obtienen ganancias significativas de los recursos aportados.

Desde octubre de 2023, Israel ha intensificado la agresión contra el territorio palestino, a pesar de algunas voces de países soberanos que exigen poner fin al genocidio que se comete contra el pueblo de Gaza y Cisjordania, donde el sionismo ha cobrado la vida de más de 57.000 personas y han resultado heridas poco más de 135.000

Edificaciones destruidas por completo, personas obligadas a desplazarse de sus territorios y sometidas a una hambruna, forma parte del escenario que viven los palestinos, sometidos por la política de dominio y control de Benjamín Netanyahu.




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