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God of War: Ragnarok llega a PC con un port espléndido y una experiencia que los más fanáticos del género no se pueden perder.

A pesar de no haberse llevado el premio al Mejor Juego del Año en 2022, God of War: Ragnarok sigue demostrando ser uno de los títulos más impresionantes y llenos de calidad que hemos tenido en los últimos años.

No solo logrando ser una secuela al nivel, que mejora en sus diversos apartados, sino también consiguiendo hacer evolucionar aún más, tanto a Kratos como a los distintos personajes que envuelven esta épica aventura en la era nórdica del Dios de la guerra.

God of War Ragnarök: El GOTY que no fue GOTY

Sin ánimos de querer menospreciar lo conseguido por ELDEN RING, pero lo cierto es que fácilmente God of War: Ragnarok pudo haberse llevado este premio en 2022. La calidad que nos ofrece este título está a niveles muy altos y no es casualidad que tuviera un promedio de 94 en Metacritic.

Desde los primeros minutos, con tan solo ofrecernos unos pocos diálogos, el juego plantea un tono mucho más serio, tenso y emocional en la historia de Kratos y Atreus.

El ritmo que lleva el juego de principio a fin es lo suficientemente balanceado e interesante para llegar a sentirnos con el furor visceral de Kratos, junto a una narrativa emocional y profunda, a la vez que podemos disfrutar de una sensación de aventura mucho más amplia e intuitiva en este mundo.

Reseña | God of War Ragnarök (PC)Reseña | God of War Ragnarök (PC)

La evolución que tiene el juego con respecto a su antecesor de 2018 es notable. No solo integrando una capa más profunda e introspectiva a nuestro protagonista espartano, sino que también logra explorar el pasado y contextos de diferentes personajes a través de misiones secundarias.

Esta es una experiencia que hace madurar a God of War como videojuego, así como a Kratos y Atreus como personajes. Pero también nos deja una muestra de cómo ha madurado Santa Monica como estudio, dándole una dirección contundente y un tratamiento muy adulto a la franquicia, con respecto a temas difíciles de tratar.

Este es, sin lugar a dudas, un juego imprescindible para todo amante de God of War.

Mucho más contenido y más exploración

Aunque ya teníamos contenido secundario de calidad en el God of War de 2018, como podremos recordar con las valquirias. Ragnarok por su parte no tiene nada que envidiarle a su antecesor.

Desde líneas de misiones que nos complementan el trasfondo de personajes como Mimir o Freya, hasta desafíos con jefes imponentes y una cantidad gigantesca de secretos. Las misiones secundarias son abundantes en esta secuela y se nota el trabajo en ofrecernos narrativas más interesantes y que nutran lo sucedido con ciertos personajes en los 9 reinos.

La exploración es mucho más diversa, contando con un diseño de niveles mejor pensado, junto a una variedad muy amplia de biomas que son lo suficientemente grandes para que se sientan bien aprovechados.

Reseña | God of War Ragnarök (PC)Reseña | God of War Ragnarök (PC)

A través de ellos podremos ver una serie de acertijos tan desafiantes como interesantes, que lastimosamente se entorpecen debido a que Atreus o Mimir en ocasiones te dicen cómo resolverlos. Por fortuna, junto al lanzamiento de la versión de PC, el título añadió una opción que te permite reducir estas pistas significativamente, lo que nos da la posibilidad de resolver y deducir cada puzzle a nuestra manera, sin ningún tipo de ayuda o intervención.

Todo este contenido secundario se complementa todavía más con un DLC llamado Valhala, mismo que funcionará como un complemento de la historia principal. Eso sí, lo ideal es que termines la campaña primero, para así evitar arruinarte temas importantes en la historia.

Una versión de PC a la altura

El port a PC de God of War: Ragnarok nos ofrece una optimización bien conseguida, junto a un abanico de opciones y posibilidades para modificar nuestra configuración gráfica y de rendimiento, independientemente de la gama que tengas en tu equipo.

Teniendo una gráfica de alta gama de NVIDIA, como en este caso pudimos aprovechar utilizando una RTX 4070ti, podrás disfrutar de varias opciones esenciales para mejorar la calidad visual de tu experiencia. Desde el método de escalado DLSS hasta DLAA, pasando por el NVIDIA Reflex y hasta incluso Frame Generation, para así aumentar todavía más tus fotogramas en pantalla.

También tendremos soporte para monitores ultra-wide, así como una variedad de opciones muy diversas en cuanto a iluminación, reflejos, texturas y sombras. Y como cerezita sobre el pastel, también contaremos con soporte para el mando DualSense de PS5. En caso de que cuentes con el mismo, podrás disfrutar de sus gatillos adaptativos y la vibración háptica también en PC.

Pese a no ser lo más TOP a nivel gráfico a día de hoy, la calidad visual que nos ofrece Ragnarok está a un nivel muy alto, disfrutando de panoramas y biomas que son visualmente alucinantes, con efectos visuales muy bien hechos y unos modelados en los personajes que son dignos de una super producción de PlayStation.

El trabajo de Santa Monica Studio junto a Jetpack Interactive para llevar este juego a PC es admirable, y aunque existen muchos detractores con respecto al requisito de vincular tu cuenta de PlayStation Network para poder jugar en PC, lo cierto es que es un sacrificio que vale la pena asumir con tal de disfrutar de esta maravillosa experiencia.

Más visceral y con más posibilidades

Hablando sobre la jugabilidad que nos ofrece Ragnarok, es notable mencionar las mejoras que posee el título en cuanto al árbol de habilidades que nos ofrece.

No solo tendremos un árbol mucho más grande y amplio, sino que también podremos mejorar algunos movimientos en específico, según qué tantas veces los utilicemos. Teniendo la posibilidad de aumentar su daño, su contundencia o mejorar otros atributos. Asimismo, podremos equipar dos habilidades específicas en cada tipo de arma, las cuales contarán con un cooldown y efectos muy diversos.

Si bien, iniciaremos el juego con las Espadas del Caos y el Hacha Leviatán, más adelante también podremos desbloquear una tercer arma, misma que nos ofrecerá un gameplay muy diferente a las anteriores dos mencionadas y que, a su vez, contará con su propio árbol de habilidades y movimientos que podremos equiparles.

Reseña | God of War Ragnarök (PC)Reseña | God of War Ragnarök (PC)
Esta secuela no dejó a un lado las mejoras generales

Por otra parte, el enfoque que tendremos con el escudo es bastante interesante en esta secuela, ya que podremos obtener diferentes tipos de escudos a lo largo del juego, donde cada uno tendrá efectos diferentes en combate. También es cierto que en Ragnarok habrá un enfoque mucho más significativo en los parrys, por lo que este apartado termina estando muy bien aprovechado en cada enemigo.

Pero eso no es todo, puesto que también podremos mejorar el arco de Atreus, así como distintas habilidades que cuenta el personaje. Tanto las que utilizará la IA cuando lo tengamos como acompañante, así como movimientos que podremos utilizar nosotros mismos cuando juguemos con él. Ya que en esta secuela, Atreus contará con una cantidad significativa de secciones en donde podremos controlarlo como un personaje principal.

Además de contar con Atreus como acompañante o protagonista, en otras ocasiones, dependiendo de lo que esté ocurriendo en la historia, también podremos disfrutar de diferentes aliados que nos apoyaran con ataques o habilidades a distancia.

Todo esto nos da como resultado un gameplay que se siente fresco, con muchísimas más posibilidades que en el anterior juego y que, sin dudas, te hará disfrutar en cada combate y en cada jefe.

Una historia íntima y adulta

Si bien en el juego de 2018 ya empezabamos a ver estas facetas más profundas y densas sobre Kratos y su hijo Atreus, en God of War: Ragnarok siento que el juego no se limita en ningún sentido.

La profundidad que vemos en toda la trama de Atreus y su autodescubrimiento como Loki y, por ende, su descendencia de los gigantes, es manejada de una manera tremenda en esta secuela. 

Reseña | God of War Ragnarök (PC)Reseña | God of War Ragnarök (PC)

Santa Monica no dudó en darle gran parte del protagonismo del juego al personaje, brindandonos unas buenas horas de juego en donde podremos ver cómo Atreus se va desenvolviendo sin Kratos. Tomando decisiones por sí mismo, que, pese a que muchas veces son impulsivas, tienen una razón de ser.

El “Last Dance” de esta nueva odisea de Kratos

Por otra parte, Kratos no se queda para nada atrás. El camino que se plantea en el juego de 2018, donde nuestro fantasma de Esparta intenta aprender la labor de ser padre, aquí se sigue desarrollando de una manera ejemplar. Teniendo que lidiar con diferentes dilemas y situaciones que sobrepasan una simple crianza hacia un hijo que ahora es adolescente. Puesto que el destino de Atreus es mucho más complejo de lo que él mismo pensaba.

En esta secuela podremos conocer aún más sobre personajes importantes dentro de este universo, pero que no tuvieron mucho tiempo en pantalla en el juego de 2018. Explorar sobre el pasado de Faye y su relación con Kratos, conocer al mismísimo Tyr y sus desmotivaciones, saber un poco más sobre Sindri y Brok, o incluso ver caras nuevas, que manejan un trasfondo muy interesante, como lo son personajes como Angrboda, Thor o Thrud.

Narrativamente hablando, me parece una experiencia mucho más espectacular, intensa y con más emociones. Que no tiene miedo de atreverse a tomar decisiones drásticas o de ofrecernos giros de guión arriesgados.

Es una historia épica, emocional y con muchos enfoques interesantes que no te esperarías de un juego como God of War.

Conclusión de God of War Ragnarök en PC

God of War: Ragnarok es el ejemplo perfecto de cómo debería evolucionar una franquicia y también de cómo debe hacerse una versión para PC.

El desarrollo del port en general está muy bien hecho, incluso teniendo un equipo más modesto, podrás disfrutar de esta obra plenamente dado a su buena optimización. En más de 40 horas invertidas, no presencie ningún tipo de crasheo o error, salvo uno o dos bugs visuales que, en honor a la verdad, fueron totalmente irrelevantes.

Quizás la única queja es que ocupa una cantidad exagerada de espacio en el disco. Aproximadamente 175GB de espacio es lo que necesitaremos tener libre en nuestro SSD o M.2 para poder jugar a God of War: Ragnarok.

Sin embargo, la experiencia ha sido un disfrute pleno. Donde podremos gozar de una campaña tremenda de unas 30-40 horas, pero que si te gusta explorarlo todo y conseguir cada secreto que esconde su mundo, fácilmente las horas pueden llegar a más de 50. 

Asimismo tendremos un DLC que complementa el juego y un New Game Plus con armaduras exclusivas, en caso de que quieras volvertelo a jugar.


Nuestra reseña de God of War Ragnarök en PC fue posible gracias al código cedido por PlayStation Latinoamérica. El port ya está disponible en PC a través de Steam y Epic Games Store.


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