En el corazón de El Guarataro, específicamente en el barrio Los Eucaliptos de la parroquia San Juan de Caracas, se desencadenó un conflicto que giraba en torno a una deuda pendiente por concepto de depósito para un alquiler, involucrando a un núcleo familiar en una disputa que amenazaba con enturbiar la armonía comunitaria.
Para este caso se puso a prueba, una vez más, la capacidad de mediación y resolución de conflictos del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (Cpnb), a través de su Servicio de Policía Comunal, ente ante el cual los involucrados decidieron recurrir por recomendación de un familiar que fue previamente atendido en el módulo situado en la referida localidad caraqueña.
De acuerdo con el inspector Michael Ruiz, la parte solicitante, representada por un miembro de la familia afectada, relató que tenían el propósito de alquilar una vivienda, por lo que se acordó con el dueño de la propiedad pagar un mes de depósito con la finalidad de que se realizara reparaciones en el espacio, tras el desalojo de un arrendatario anterior.
Si bien pagaron, según lo establecido, el importe total del depósito, los trabajos de restauración del inmueble demoraron más de lo previsto por el propietario. El inspector Ruiz señaló que el representante de los afectados alegó que nunca terminaron de hacerse los arreglos al domicilio, situación que los obligó a solicitar la devolución del depósito realizado.
No obstante, el dueño de la propiedad había, aparentemente, utilizado todo el dinero en las labores de reparación. En ese sentido, ante la negativa del demandado a reembolsar el dinero, uno de los integrantes de la familia perjudicada acudió a la oficina de mediación de la Policía Comunal del Cpnb en la parroquia San Juan.
Mediación
El cuerpo policial escuchó atentamente al vocero del grupo familiar afectado y, a continuación, procedieron a citar a la otra parte para una reunión en la oficina de mediación de la PNB.
El funcionario Ruiz, quien atendió el caso, acompañó el diálogo de ambas fracciones, permitiendo que expresaran sus puntos de vista y acordaran una fecha para saldar la deuda pendiente. Gracias a esta intervención, se logró evitar un conflicto mayor y se sentaron las bases para una resolución pacífica.
Para que ninguno de los involucrados faltara a su palabra, se llevó a cabo la firma de un acta de compromiso, en presencia de los efectivos del Servicio de Policía Comunal del Cpnb de San Juan.
Ruiz destacó que, desde entonces, se ha respetado la resolución acordada y se ha realizado un seguimiento constante del caso para garantizar que los implicados cumplan con su parte de lo convenido.
Compromisos
En este proceso, se ha hecho hincapié en el respeto a los principios y valores de la paz comunal, establecidos en la Ordenanza para la Convivencia Ciudadana, el Civismo y la Justicia de Paz Comunal del municipio Libertador de Caracas. Una normativa que rige y asegura la buena conducta de los ciudadanos caraqueños en beneficio de la prosperidad y el respeto a los derechos fundamentales de los miembros de una comunidad.
Por lo tanto, los involucrados en el conflicto, al comprometerse con el cumplimiento de lo establecido en el acuerdo conjunto, aceptaron que, como habitantes de la ciudad capital, deben cumplir con los estatutos que conforman la ordenanza y que competen a este tipo de situaciones.
Para ello, la oficina de mediación y resolución de conflictos de la comunidad asesora y hace un repaso de la normativa junto con los involucrados, ejerciendo así su deber como principal promotora de la convivencia en El Guarataro.
Ruiz comentó que la intervención oportuna y efectiva del servicio ha contribuido a resolver situaciones conflictivas y a fomentar un ambiente de paz y armonía entre los vecinos. A pesar de los desafíos que puedan surgir, y que atentan contra la convivencia ciudadana, la labor de mediación ha demostrado ser clave para prevenir conflictos y fortalecer lazos comunitarios.
Destacó el éxito de estas acciones y reafirmó su compromiso con la seguridad y el bienestar de la comunidad. Además, consideró que se debe avanzar en un trabajo conjunto entre vecinos y autoridades, para consolidar un ambiente de convivencia pacífica y respetuosa tanto en la parroquia San Juan como en las otras 21, donde los conflictos se resuelvan de manera dialogada y constructiva.
Normativas
Los funcionarios durante este procedimiento actuaron en conformidad con el artículo 10 de la ordenanza municipal que promueve los valores de la paz comunal. El reglamento hace énfasis en la defensa de los derechos humanos, la corresponsabilidad, así como la solidaridad, transparencia, honestidad y rendición de cuentas.
Igualmente, tal como refiere el artículo 6 contenido en el apartado sobre los Derechos Fundamentales, aplicaron las disposiciones de la normativa municipal bajo el estricto reconocimiento de los derechos y principios consagrados en la Constitución y las leyes venezolanas, que se fundamentan en el libre desenvolvimiento de las personas y la preeminencia de los derechos humanos.
Conciencia ciudadana
La conciencia ciudadana “es el conjunto de principios, normas y valores, que rigen a los individuos de una comunidad, generando sentido de pertenencia, impulsando el progreso, facilitando la convivencia pacífica, fomentando el respeto por el patrimonio común y el reconocimiento de los deberes y derechos de los ciudadanos”.
Así lo señala, en su artículo 11, la Ordenanza para la Convivencia Ciudadana, el Civismo y la Justicia de Paz Comunal del municipio Libertador de Caracas, la cual también establece medidas correctivas y sancionatorias para quienes incurran en comportamientos contrarios al civismo y la paz comunal.
En ese sentido, la persona que cometa algún acto contra la integridad física o bienes públicos o privados, de los cuales hace referencia en su artículo 18, será sancionada con una multa equivalente al pago en bolívares de 50 veces la moneda de mayor valor fijada por el Banco Central de Venezuela o deberá hacer un trabajo comunitario.
ultimasnoticias.com.ve
Ver fuente