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A diez años de su muerte ocurrida el 3 de septiembre de 1979, la Academia Nacional de Ciencias Económicas y Sociales hizo públicas las disertaciones expresadas en el Foro conmemorativo realizado por esa institución, titulado “Vigencia del Pensamiento de Juan Pablo Pérez Alfonzo”.

Nueve eminentes intelectuales venezolanos especializados en diversas áreas del conocimiento petrolero se dieron cita en el evento: César Balestrini, Alfredo Tarre Murzi, Luis Beltrán Pietro Figueroa, Oscar Pérez Castillo, Julio César Arreaza, Álvaro Silva Calderón, Francisco Mieres, Cayetano Ramírez y Pedro Rodríguez.

Todos aportaron al conocimiento, desde sus particulares enfoques, de la vida y obra del ideólogo fundador, junto a Abdullah Tariki (1919-1997), ministro de petróleo de Arabia Saudita, de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Opep; y creador de la Corporación Venezolana del Petróleo, CVP, ambas inscritas en el denominado Pentágono Petrolero, donde el eminente venezolano precisa las bases sobre las cuales se habría de edificar la política petrolera venezolana.

En cada ángulo del Pentágono, Pérez Alfonzo ubica y sintetiza los preceptos políticos que delinearán el acontecer petrolero del país, con una visión estrechamente vinculada al contexto del momento y a las tendencias geopolíticas del crudo en el mundo.
Un ángulo del Pentágono fue la creación, el 19 de abril de 1960, de la Corporación Venezolana del Petróleo, CVP, empresa del Estado “manejada por venezolanos y para los venezolanos”.

Otro ángulo fue la fundación de la Opep, el 14 de septiembre de 1960, con los propósitos de coordinar y unificar las políticas petroleras de los países miembros, asegurar la estabilidad de los precios del petróleo, eliminar sus fluctuaciones perjudiciales e innecesarias, asegurar los ingresos a los países productores y un suministro eficiente y regular para las naciones consumidoras.

Un tercer ángulo fue la creación, en 1959, de la Comisión Coordinadora de la Conservación y Comercio de Hidrocarburos, para asegurar la conservación de los yacimientos, vigilar la actuación de las empresas transnacionales y regular la producción para mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda, y con ella la estabilidad de los precios.

Otro de los ángulos fue asignar una mayor participación directa del Estado en la actividad y en la renta petrolera, para un mejor aprovechamiento de los recursos, así como el vértice “No otorgar nuevas concesiones” a empresas extranjeras ni renovar las existentes, promoviendo un crecimiento progresivo del Estado en la operación petrolera.

“Los cinco principios fundamentales comienzan con los cuatro que caen bajo la plena jurisdicción del país, pero se complementan con el principio de relaciones internacionales, que sirvió para estructurar la ya bien conocida y poderosa Organización de Países Exportadores de Petróleo”, afirma Frank Alcock, presidente de Corpoven, en el libro Vida y Obra de Juan Pablo Pérez Alfonzo, ediciones Corpoven.

Pero en el texto Vigencia del Pensamiento de Juan Pablo Pérez Alfonzo, editado por la Academia de Ciencias Económicas y Sociales, hay dos facetas del pensador venezolano que ilustran la cualidad humana de este eminente intelectual petrolero.

Narra el doctor en Derecho de los Hidrocarburos, exgobernador de la Opep, Álvaro Silva Calderón: “Anoche, queriendo intervenir en este foro, me puse a hojear un poco la literatura del doctor Juan Pablo Pérez Alfonzo y me comenzaron a hacer traiciones del corazón ciertos recuerdos, entre ellos, el libro “Hundiéndonos en el excremento del diablo”, que me regaló en su casa de Los Chorros. Me dijo ese día: “…no le voy a escribir nada…”. Se apareció con un frasquito y expresó: “…esto es petróleo de la Faja Petrolífera del Orinoco…”. Hundió el pulgar y lo estampó en la primera página. Yo lo guardo con mucho cariño”.

Otra muestra de la humanidad de Pérez Alfonzo la entrega mi amigo periodista de mil trajines y desvelos en el diario El Nacional, quien fuera especialista de la fuente petrolera, el gran Cayetano Ramírez. “Él sabía decir las cosas, sabía decirlas además con un lenguaje que era accesible a la gente común. A veces era pintoresco, tenía sabor”.

Y añade: “Todas las últimas ruedas de prensa de Pérez Alfonzo estaban llenas de reflexiones sobre el ambiente del hombre venezolano que se estaba deteriorando y sobre todo, sobre el cuidado de la infancia, la juventud y la niñez; esa era su preocupación esencial sobre el deterioro del país”.


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