Steampunk: esa rara nostalgia del futuro


Si un día usted observa a su hijo adolescente prorrumpir desde la habitación trajeado con máscara anti gas, sombrero pumpá, guantes de cuero negro, lentes de sol con terminaciones puntiagudas, levita del siglo XIX, botas militares con broches de acero e incluso, un bastón de caballero con cabeza de león en plata repujada, tiene todo el derecho de preocuparse. Pero antes de frenarlo con actitud censora, déjelo discurrir a ver de qué va aquello. Puede que su respuesta sea un tanto hermética pero contracultural: a lo mejor el muchacho se le metió a steampunk.

No, no es punki como cuando usted escuchaba a los Sex Pistols, Sentimiento Muerto o Un, Dos, Tres y Fuera (que es una manera de hacer punk en versión tuyera). Es una rara nostalgia por el futuro, una tendencia más de un gran movimiento de la cultura pop llamado retrofuturismo.

Sí, es difícil de entender, pero válido, en vista de que sus adláteres se dejan ver cada vez con más frecuencia en algunos espacios públicos de nuestras ciudades, sobre todo Caracas, donde su extraña presencia genera comentarios y cierto temor, hasta que, al interpelarlos, se cae en cuenta de que no es sino otra expresión de nicho, eso que llaman “tribus urbanas” como las que pululan en las megalópolis donde las carencias y las aspiraciones se mediatizan por la necesidad de pertenecer a un grupo, gregarios como somos y tal como lo explica la sociología urbana de autores como Manuel Castells.

“Es un conjunto de expresiones artísticas que tienen su origen en la añoranza del pasado y se ven influidas por el entusiasmo del futuro, en descripciones utópicas o distópicas, sobre un período imaginario antes de 1960” nos explica Wildring García, ilustrador, artista plástico, docente y militante de esta causa, quien además ofrece muchos detalles en su espacio @wildringnismotv alojado en diversas redes sociales y en youtube.

“Explora la tensión existente entre lo antiguo y lo nuevo y critica el poder de la tecnología actual que nos distancia como sociedad” remata Wildring con una enigmática vuelta de tuerca.

Una radiografía

  • Se caracteriza por: la fusión de la estética clásica conocida como retro, con la tecnología y vanguardia de la actualidad.
  • Toma su nombre: de la revista de arte Retrofuturism de 1983.
  • Se alimenta de: textos de los padres de la ciencia ficción, H. G. Wells y Julio Verne, lo que le impone referentes de la época victoriana y la Revolución Industrial.
  • En Venezuela: sus seguidores tienen encuentros virtuales a través de redes y cuentas como Steampunk Venezuela en facebook, y propulsores como la comunidad Amigos del Noveno Arte (Pana) al estar muy vinculados con el mundo de la ilustración y el diseño. Sus encuentros son eventuales.


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