El presidente de EEUU, Donald Trump, designó al secretario de Estado, Marco Rubio, como administrador interino de la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), informó este 3 de febrero el Departamento de Estado en un comunicado.
La medida se produce en medio de la polémica por la distorsión en el funcionamiento de la agencia y el financiamiento de organizaciones que no cumplen con el propósito de la USAID, hasta ahora una agencia independiente, mientras crecen los rumores de que Donald Trump podría cerrarla.
Rubio notificó al Congreso que se está llevando a cabo una revisión de las actividades de asistencia exterior de la USAID con miras a una posible reorganización.
“Ahora está más que claro que partes significativas de la financiación de la USAID no están alineadas con los intereses nacionales centrales de Estados Unidos”, indicó el Departamento de Estado.
El funcionario denunció que la USAID padece un problema endémico de negarse a alinear sus proyectos con los intereses de la política exterior estadounidense y dijo que sus trabajadores se están “insubordinando”.
“Cada dólar que gastamos, cada programa que financiamos debe estar alineado con el interés nacional de Estados Unidos, y la USAID tiene un historial de ignorar eso y decidir que, de alguna manera, son una organización benéfica global separada del interés nacional”, afirmó ante la prensa que viaja con él.
Rubio, además, se mostró “muy preocupado” por las informaciones de que los empleados de la USAID se están “negando a cooperar” con personas vinculadas al nuevo Gobierno de Donald Trump que “están haciendo preguntas simples: ¿Qué hace este programa? ¿Quién recibe el dinero? ¿Quiénes son los contratistas, quién lo financia?”.
¿De qué se ocupa (o se ocupaba) la USAID?
La agencia se encarga (o se encargaba) de gestionar miles de millones de dólares para proyectos de salud, educación, y fortalecimiento democrático en todo el mundo. En este contexto, en 2024, más del 40% de la ayuda humanitaria registrada por las Naciones Unidas fue financiada por USAID, lo que demuestra su rol clave en la atención de crisis globales.
Sin embargo, la actual administración estima que esa labor se ha desvirtuado y que está lejos de ir en consonancia con los intereses de la política de la nueva administración estadounidense.
“Pero si vas de misión en misión y de embajada en embajada alrededor del mundo, a menudo encontrarás que, en muchos casos, la USAID está involucrada en programas que van en contra de lo que estamos tratando de hacer en nuestra estrategia nacional”, añadió Marco Rubio.
La USAID, una tarea para Elon Musk
El multimillonario Elon Musk, fue nombrado por Trump como responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), cuya función principal será reducir el gasto innecesario y eliminar regulaciones innecesarias. La organización fue creada por orden ejecutiva el 20 de enero de 2025.
Una de las primeras acciones de Musk ha sido la de catalogar a la USAID, que supone la mayor agencia de cooperación internacional del mundo, como una “organización criminal” y que debe ser cerrada de inmediato.
Según el presidente Trump, Musk opera bajo sus órdenes y “no puede y no hará nada sin nuestra aprobación”.
Musk ha desplegado a un equipo de varios jóvenes, que reportan directamente a él, y que durante el fin de semana han accedido a sistemas de pagos del departamento del Tesoro y servidores de la USAID, exponiendo en algunos casos transferencias que el magnate ha denunciado como inapropiadas.
Algunas de estas transferencias salpican directamente a organizaciones vinculadas con la oposición venezolana y el fallido interinato de Juan Guaidó y sus cómplices en EEUU y España, así como las elecciones primarias de la derecha venezolana y el financiamiento de la organización SUMATE o el despojo de algunos activos de Venezuela en el extranjero, como la empresa Citgo y Monómeros, entre otros.
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