Sanciones e inflación - Últimas Noticias


El pasado 17 de diciembre los trabajadores de Pdvsa rindieron tributo al visionario de la Patria es América, Simón Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios, con el logro de la meta psicológica, política y económica de haber superado el millón de barriles.

En la fecha póstuma del creador del Decreto de Minas, del 24 de octubre de 1829, que dictamina la propiedad de la República sobre las minas, “por ser una de las fuentes de riqueza pública”, la producción operada de la industria escaló a 1.022.900 barriles, con los aportes de 677.340 barriles de la Corporación Venezolana del Petróleo; 249.240 de las Alianzas de Servicios Integrales de Hidrocarburos; y 96.270 de la división Exploración y Producción.

Las Alianzas de Servicios Integrales de Hidrocarburos son un nuevo modelo de negocios adoptado por Pdvsa, orientado al tratamiento especializado de pozos y dirigido a recuperar la producción diferida, pendiente por inversiones, afectada por fallas estructurales de perforación, problemas en las bombas de subsuelo y en los motores de los balancines.

La cifra de 1.022.900 barriles, puntual, del 17 de diciembre, indica la próxima y real posibilidad de promediar en los próximos meses la producción del millón o más barriles diarios, hacia la cual se dirigía la industria con avances paulatinos y sostenidos desde los 762.000 barriles en septiembre de 2023, hasta 989.000 en octubre de 2024, cuando arribó a 989.000 barriles.

Pero sobrevino el sabotaje contra el Complejo Industrial Muscar, en el estado Monagas, el pasado 11 de noviembre, encargado de alimentar la planta de inyección de gas a alta presión requerido para la extracción de petróleo. La instalación forma parte de la infraestructura construida para reducir la quema o venteo del gas natural.

El sabotaje provocó una explosión de gran magnitud que dejó cinco heridos y causó derribo de la producción de gas propano en 97%, el corte del suministro de gas para las poblaciones aledañas y daños directos a la industria petroquímica y la Corporación Venezolana de Guayana.

La vicepresidenta de la República Bolivariana de Venezuela y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, atribuyó el hecho a extremistas que tenían como objetivo “el corazón del sistema de gas natural del país para socavar la economía venezolana”. El resultado de la acción terrorista fue la caída en noviembre de la producción promedio a 960.000 barriles.

Tal como reseñamos en el análisis escrito en esta columna titulado Producir más petróleo, el pasado 5 de mayo de 2024, el asunto es que el incremento de producción de crudo en Venezuela está subordinado a la recuperación de la confiabilidad operacional y de almacenamiento y suministro, así como de los taladros, mejoradores, plantas de mezcla y las flotas vehicular, industrial, naval y fluvial. La generación de energía eléctrica de forma independiente es clave.

Subir la producción exige tener pozos activos, muchos de los cuales piden para sacar su crudo que le inyecten vapor de agua o gas, lo cual implica tener disponibles plantas de compresión e inyección.

Y para que las plantas y los pozos se mantengan activos deben recibir mantenimientos tanto predictivos, preventivos como correctivos, tarea que exige consumibles, equipos y repuestos, muchos de los cuales deben ser adquiridos en un mercado internacional donde abundan piratas y bucaneros expertos en hacer de las sanciones un negocio con el robo de mercados y la compra venta de mercancías no precisamente de la mejor calidad, para así obtener el mayor beneficio económico posible.

Ni hablar de los taladros disponibles y en condiciones operativas; su número ha caído. De igual manera, un significativo kilometraje de oleoductos y diluenductos tienen baja confiabilidad, por hablar solo de otro de los patrimonios, pues han sido rotos y hasta víctimas de chatarreros y de vándalos, duchos en transformar activos y piezas en picadillos, devastando así el arduo y sudoroso esfuerzo de los trabajadores.

Ante los pocos taladros y escasa disponibilidad de materiales, equipos y consumibles, que afectan su eficiencia y uso, los trabajadores han incrementado la intervención de pozos con el empleo de partes, equipos y materiales recuperados o reciclados.

Una vez hallado el crudo en el yacimiento y llevado a superficie, hay que tratarlo con productos químicos como desmulsificantes, clarificantes, antiincrustantes y otros, cuyas compras deben soslayar lentos pasos administrativos, hoy más dilatados y dificultosos por causa de, una vez más, las sanciones.

La cadena de dificultades pica y se extiende. Toda la industria hace uso continuo de la fuente de energía vital del mundo industrializado: la electricidad, cuyas plantas generadoras propias de Pdvsa también son víctimas de la falta de mantenimiento, repuestos y equipos provocada por las sanciones. Consecuencia: un factor crítico son los apagones y fallas eléctricas, que afectan de manera sustancial toda la cadena de valor de la industria, y de manera especial, la producción petrolera y gasífera en los pozos.

Hay más tareas operacionales que los trabajadores logran dentro de sus limitaciones soslayar. Todas exigentes de altísima visión estratégica y labores de inteligencia, en virtud de enfrentar a cada paso las medidas coercitivas unilaterales e ilegales impuestas por el Gobierno de Estados Unidos. Con esfuerzo propio crean, hacen, desarrollan ideas e inventivas para darle mantenimiento a los generadores eléctricos. Ni hablar de los tanques de almacenamiento.

La inventiva de los trabajadores de Pdvsa es permanente. En el actual contexto de anomia legal internacional, de violación de las normas, reglas y leyes que rigen el comercio mundial, definidas también por los Estados Unidos a través de la Organización Mundial del Comercio, instrumento de control y dominación mundial de este país en decadencia.

Frente a esta realidad, la industria busca de manera permanente estrategias con empresas productoras y de servicios para apalancar nuevos modelos de negocios que ayuden a simplificar trámites administrativos y así poder cumplir con los planes de producción.

De allí que Pdvsa busca afincarse en los esfuerzos propios y en conseguir y concretar alianzas para incrementar producción y el financiamiento para la compra de equipos y repuestos, siendo apenas dos de las estrategias sobre las cuales trabaja para elevar el procesamiento y la extracción petrolera y gasífera.


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