Senadores de EEUU exigen respuestas a Trump por ataque en el Caribe


Un grupo de 26 senadores estadounidenses, entre ellos destacados demócratas e independientes como Bernie Sanders, Elizabeth Warren, Tim Kaine y Cory Booker, envió una carta formal al presidente Donald J. Trump solicitando respuestas urgentes sobre un polémico ataque militar ocurrido el pasado 2 de septiembre en el Mar Caribe. La operación, ejecutada por fuerzas estadounidenses, destruyó una embarcación y provocó la muerte de las 11 personas que se encontraban a bordo.

Según la versión oficial de la Casa Blanca, los ocupantes del barco representaban una amenaza para la seguridad nacional y tenían presuntos vínculos con organizaciones criminales. Sin embargo, los senadores denuncian que no se presentó evidencia concreta que justificara el uso de fuerza letal, y que la acción se realizó sin autorización del Congreso ni base legal clara.

Cuestionamientos constitucionales y legales

La carta, enviada el 10 de septiembre, plantea serias preocupaciones sobre la legalidad de la operación. Los legisladores acusan al Ejecutivo de haber ignorado el rol constitucional del Congreso, que tiene la autoridad exclusiva para declarar la guerra y aprobar el uso de fuerza militar.

Además, critican el informe de Poderes de Guerra presentado el 4 de septiembre por ser vago, sin fundamentos jurídicos sólidos y abierto a interpretaciones que permitirían futuras acciones militares sin control legislativo.

También advierten que el ataque podría constituir una violación del derecho internacional, al tratarse de una operación letal contra civiles fuera del territorio estadounidense, sin mandato multilateral ni amenaza inminente comprobada. La falta de transparencia sobre la identidad de las víctimas y el destino real de la embarcación —primero se dijo que se dirigía a Trinidad y Tobago, luego a EE.UU.— ha generado aún más dudas sobre la legitimidad de la acción.

Exigencias al Ejecutivo

Los senadores exigen respuestas concretas antes del 17 de septiembre sobre los siguientes puntos:

  • La base legal del ataque y las evaluaciones jurídicas previas.
  • La autoridad presidencial para usar fuerza letal contra civiles fuera del territorio nacional.
  • El cumplimiento de la Resolución de Poderes de Guerra de 1973.
  • La identidad de las 11 personas fallecidas y sus presuntos vínculos criminales.
  • Los criterios utilizados para identificar blancos y las revisiones legales realizadas.
  • La verdadera ruta de la embarcación.
  • La existencia de una amenaza inminente y por qué no se intentó una interdicción no letal.
  • El impacto de la operación sobre la inteligencia disponible.
  • La posible violación de leyes estadounidenses e internacionales.
  • La evaluación de riesgos de represalias tras el ataque.

En la carta, los senadores sostienen que el ataque representa un precedente peligroso, sin base legal ni supervisión legislativa, que expone a Estados Unidos a responsabilidad internacional y a riesgos de seguridad interna.

Asimismo, reafirman que el Congreso no puede ser marginado en decisiones que implican el uso de fuerza militar, y exigen transparencia, documentación oficial y respeto al marco constitucional.

Finalmente, este episodio reabre el debate sobre los límites del poder presidencial en materia de seguridad nacional y política exterior, en un momento de alta tensión regional y polarización interna. La respuesta del Ejecutivo será clave para determinar si se trató de una acción legítima o de una violación grave al orden jurídico, nacional e internacional.


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