En 1997 una docena de venezolanos debutaron en Grandes Ligas, imponiendo un nuevo récord para la legión criolla, y ese año se completó además la primera centena. Sin embargo, solo tres de ellos pudieron jugar 10 años o más. Hablemos hoy de Kelvim Escobar, la primera gran estrella de La Sabana, sí esa que hoy es conocida como una tierra prodigiosa.
Kelvim debutó como relevista el 29 de julio con los Azulejos de Toronto y completó cuatro innings y un tercio de dos carreras, tres boletos y cinco ponches ante la toletería de los Orioles de Baltimore. Tenía apenas 21 años, pero mostraba el temple de cualquier jugador experimentado. Después de su estreno hizo 10 presentaciones y 12 innings sin permitir carreras. Había llegado para quedarse. Al final del año tenía 27 presentaciones, 14 salvados, récord de 3-2, una efectividad de 2.90 y un WHIP de 1.51.
Al año siguiente estuvo con el equipo grande desde el vamos, pero el comienzo fue difícil y lo enviaron a Triple-A. Volvió en agosto convertido en abridor y sorprendió a todos. En su primera salida lanzó 7.0 entradas de solo dos carreras, dos boletos y cuatro ponches. Ese mes completó 35 innings de solo ocho carreras y facturó una efectividad de 2.06. En septiembre ganó cuatro de sus cinco presentaciones, con las que sumó otros 34 episodios y dejó un promedio de carreras limpias de 2.65.
El derecho volvió en el 99 para ser abridor a tiempo completo, de hecho 30 de sus 33 apariciones fueron bajo ese rol y dejó un récord positivo de 14-11 tras 174 innings, en los que permitió 110 carreras limpias, otorgó 81 boletos y recetó a 129 contrarios. Para el 2000 volvió a dividirse entre la rotación y el relevo, sumando un total de 180 entradas. En el 2001 comenzó como relevista y terminó como abridor, dejando claro que estaba listo para lo que el equipo lo necesitara. Entonces bajó su efectividad a 3.50 tras 59 apariciones y 126 innings trabajados.
Kelvin se mantuvo en Toronto hasta la campaña 2003, en la que completó 180 episodios por segunda ocasión en su carrera. Para 2004 se unió a los Angelinos de Bartolo Colón y se acabó la ambigüedad. Era un abridor de tiempo completo. Lanzó 208 innings y un tercio, la misma cantidad de Bartolo, y facturó una efectividad de 3.93, que fue la mejor entre los abridores calificados. Otorgó 76 boletos y recetó 191 ponches para imponer un nuevo tope personal.
Ahí en Anaheim Kelvin pudo mostrar su mejor versión. Entre 2006 y 2007 lanzó 60 juegos y completó más de 380 entradas, en las que recetó 307 abanicados.. Las lesiones en el hombro terminaron por sacarlo de juego, aunque tuvo un último baile en 2009, el seis de junio ante Tigres de Detroit.
Aún así hablamos de una carrera de 12 años, 411 juegos y 1507 innings de labor, que aún hoy lo mantienen en el top10 de los lanzadores venezolanos que más acción han visto en MLB. Se le apuntan 1310 ponches, récord de 101-91 y una efectividad de 4.15.
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