El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llegó este miércoles a China para realizar una visita de Estado, que durará hasta el viernes, en aras de profundizar la asociación estratégica integral.
Por invitación del mandatario de China, Xi Jinping, Macron arribó a Beijing junto a su esposa, Brigitte, siendo la cuarta ocasión que visita la nación asiática. Fue recibido por el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi.
La agenda incluye que el jefe de Estado chino reciba el jueves a su homólogo francés para orientar conjuntamente el desarrollo de las relaciones bilaterales bajo las nuevas circunstancias. Además, intercambiarán puntos de vista sobre temas internacionales y regionales de actualidad.
De acuerdo con un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, citado por Xinhua, Beijing tiene la disposición de trabajar con París, siendo esta visita una oportunidad para defender el espíritu que guio el establecimiento de las relaciones diplomáticas China-Francia, fortalecer la comunicación estratégica, profundizar la cooperación pragmática y trabajar por una coordinación más estrecha en asuntos multilaterales.
El funcionario añadió que ambas partes pueden lograr nuevos avances en su asociación estratégica integral, así como promover el desarrollo sano y estable de las relaciones entre China y la Unión Europea (UE) y contribuir en mayor medida al multilateralismo y a un mundo pacífico, estable y próspero.
Por su parte, Macron expresó que durante estos tres días abordará con su homólogo «la paz y el reequilibrio económico que el mundo necesita tan desesperadamente», añadiendo que «me comprometo a trabajar con China y todos nuestros socios en estos grandes desafíos, con aún más determinación ahora que Francia se prepara para asumir la presidencia del G7 en 2026».
Esta visita de Macron a China es recíproca a la realizada por el presidente Xi a Francia el año pasado, en el marco del 60º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países.
En ese entonces, el mandatario chino enfatizó que mientras el mundo atraviesa turbulencias, China y Francia deben trabajar de forma conjunta por un mundo multipolar, igualitario y ordenado, basado en el espíritu de comprensión mutua y beneficio recíproco.
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