El gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento del Tesoro, anunció una nueva ola de sanciones contra 12 personas y empresas iraníes con sede en Hong Kong y los Emiratos Árabes Unido que, según Washington, facilitan la venta de petróleo iraní.
A través de un comunicado, se menciona que los ciudadanos iraníes Alireza Derakhshan y Arash Estaki Alivand, facilitaron la compra de criptomonedas por valor de 100 millones de dólares para las ventas de petróleo para el gobierno iraní.
Según el Departamento del Tesoro, las llamadas redes de «banca en la sombra» evaden las sanciones a través de empresas fantasma fachada en el extranjero y criptomonedas.
En febrero de 2025, la Administración de Trump impuso las primeras sanciones contra todos los que, considera, facilitan el traslado del petróleo iraní a China, ejerciendo una campaña de «máxima presión» contra Irán, con miras a lo que llamó evitar que la República desarrolle «un arma nuclear».
Posteriormente, el 2 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció sanciones inmediatas contra cualquier país o entidad que compre petróleo o productos petroquímicos iraníes, enfatizando que todas las adquisiciones de crudo iraní deben cesar de inmediato.
Pese a las acciones intimidatorias de Estados Unidos, se ha experimentado un incremento constante en las exportaciones de petróleo iraní en los últimos meses, con estimaciones que sugieren que el país está exportando actualmente un promedio de 1.8 millones de barriles diarios de petróleo, principalmente a refinadores privados en China, de acuerdo a las cifras del gobierno iraní y los informes de servicios internacionales de seguimiento de petroleros.
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