Rafael Salvatore revive a Cruz Quinal


Podría decirse, a simple vista, que es un homenaje y un testimonio visual. Pero lo que hay detrás de la muestra fotográfica que Rafael Salvatore (Lavello, Italia, 1946) expone en la Galería de Arte Nacional (GAN), es un laberinto límbico que por cada estampa va hurgando el alma inexcrutable de un pueblo acostumbrado a sobrevivir con orgullo, en medio de la adversidad.

Se instaló en el marco de la pasada edición de la Feria Internacional del Libro de Venezuela, en julio, a propósito de la titánica labor de memorioso del profesor Benito Yrady, quien presentó El libro de Cruz Quinal, entre otros textos, con lo que extrajo de la trastienda la fascinante historia de un personaje que se forjó con los retazos de la supervivencia, y legó música y arte a través de sus instrumentos a un país desacostumbrado a su propia sonoridad.

Salvatore, considerado por muchos como un imprescindible de la historia contemporánea de la fotografía venezolana, plagó el libro y de paso los pasillos de la GAN, con sus conmovedoras imágenes.

Yrady lo refiere como un impenitente compañero de viaje, desde que comenzaron a trabajar juntos en la Universidad de Oriente en el año 1979, cuando empieza a tejerse una gran amistad que se mantiene incluso en el ámbito laboral. “Estas fotos son también una visión de la literatura, porque ahí hay un relato de la imagen”.

El presidente del Centro de la Diversidad Cultural calcula que Salvatore hizo miles de tomas, entre 1979 y 1987, para poder seleccionar ese grupo final de cien fotografías que están expuestas en la GAN donde se mantendrán un mes más.

Radicado en Venezuela desde los años setenta, es posible concluir, gracias a su serie sobre Cruz Quinal, que Salvatore supo aprehender el alma de la venezolanidad, pues su recorrido atraviesa entre contrastes de blanco y negro y pinceladas de color, los gestos más sencillos de la cotidianidad: el maestro cincelando los bordes de una bandola, hasta el más obvio y dramático desenlace, un Cruz Quinal en su lecho de muerte o paseado por una multitud silenciosa hasta su última morada. Cada foto resulta inquietante.

Dos genios hechos a pulso

  • Salvatore Acumula más de nueve distinciones en el campo de la fotografía y al menos cinco libros publicados, de los cuales dos están dedicados a la foto fija: Fijaciones de una foto fija y Foto fija… ma non troppo.
  • Cruz Quinal Nació el 3 de mayo de 1934 en Botucal, cerca de San Lorenzo, en el estado Sucre, y fue llamado “el rey del bandolín”, destacado intérprete del joropo con estribillo de la región de Cumanacoa y un brillante fabricante de instrumentos. Murió el 17 de julio de 1987 con 53 años de edad, víctima de esclerodermia crítica.
  • El encuentro La relación se estrecha durante el rodaje del documental Cruz Quinal, el rey del bandolín de John Dickinson, donde Salvatore recoge el entorno familiar y paisajístico del valle de Cumanacoa y el Turimiquire.


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